Se compone de yeso, pigmento puro y cola; después de mezclar se logra una pasta que se moldea para formar las barras y se dejan secar. Tanto el tipo del pastel como su calidad dependen de las proporciones de la mezcla de pintura, siendo los pasteles de alta calidad los que no cuentan con yeso por lo que se convierten en un pastel de pigmento puro.
Dentro de la Historia del Arte la pintura al pastel logra tomar fuerza cuando conquista el dibujo como técnica independiente, con personalidad propia y no sólo como complemento de la pintura con pincel; ya que además de ser de rápida aplicación, logra potenciar los volúmenes y acercarse un poco más a la realidad con el soporte del color en los retratos o la pintura de figura.